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La UNPA atiende demandas sociales sobre problemáticas de géneros, diversidad y violencia

 

 

Desde la Dirección del Programa de Géneros y Diversidad de la Unidad Académica Caleta Olivia se dio a conocer que se comenzó a trabajar junto a distintas instituciones y organizaciones intermedias, en respuesta a demandas y la manifestación de necesidades existentes en ámbitos deportivos, como en la práctica del futsal femenino.

Esta situación, según cuentan, se dio tras una conversación que se produjo en el marco de la realización de la actividad de Extensión de “Cine por la Identidad” que en su última edición se llevó a cabo en el barrio Jardín.

En este sentido, la Prof. Florencia Galleguillo contó que tras la proyección del audiovisual sobre las violencias y luego de contar la historia de Micaela García, un grupo de mujeres del futsal femenino se acercó para contar sobre algunas experiencias que se estan teniendo en ese ámbito y algunas necesidades de poder contar con información y herramientas.

“La propuesta que presentamos desde la Unidad Académica Caleta Olivia dio un par de giros interesantes”, explicó Galleguillos, quien además puso en valor el “gran paso” que ha dado la institución en relación a poder “vincularse y articularse” con la sociedad, poniendo en práctica “el aprender a habilitar los canales de comunicación y de escucha para con la comunidad”. 

“En nuestra visita a las Uniones Vecinales nos encontramos con demandas de capacitaciones en informática, de ofimática para adultos mayores, para niños, niñas y adolescentes, y eso tiene que ver con el compromiso que tiene la UNPA con los vecinos. Y si bien vamos en materia de género, donde se involucran temas como la ESI, las masculinidades, la diversidad, las feminidades, la accesibilidad, hay otras variantes que se ponen en juego y que dan lugar a que en los encuentros aparezcan otras realidades”, expresó la titular del Programa de Géneros y Diversidad. 

 

NECESIDADES

En la semana pasada durante el tercer encuentro del ciclo de Cine por la Identidad, ocurrió una situación que no estaba prevista, pero que resultó “muy gratificante” no sólo para quienes llevan adelante la propuesta, sino también para quienes se sumaron a participar. 

En ese espacio se pudo dar con referentes del fútbol femenino de nuestra localidad, donde comentaron que manejan alrededor de 60 equipos en sus competencias. Según explicaron, “evidencian una necesidad de asesoramiento, de espacios de talleres, donde puedan poner sobre la mesa algunas situaciones que ocurren en este deporte”.
Si bien contaron que fueron asesoradas desde el Ministerio de la Mujer con capacitaciones, con actividades desde el área de salud sexual, el hecho que la UNPA tenga su programa de Géneros y Diversidad, llamó mucho la atención, y ya se programaron actividades en conjunto para más adelante, más allá del compromiso de mantener reuniones para avanzar en distintos aspectos sobre las inquietudes del grupo.

Como referente del programa, Galleguillo remarcó que esta situación representa algo “muy positivo y necesario”, ya que se precisa de “poner el cuerpo” y aprender a “seguir escuchando”. 

“Decidimos hablar y conversar, poner en consideración nuestro trabajo, para que pensemos de manera colectiva qué debemos y podemos hacer. Eso fue lo que más les atrajo, y es por eso que planteamos poder trabajar en una actividad de extensión, que podría ser en modalidad de taller, para el segundo cuatrimestre, considerando que su torneo termina en agosto, para atender a sus demandas, y lo que ellas quieran. Los planteos hechos tienen que ver con la necesidad de una capacitación para conocer sobre el empoderamiento, donde las más jóvenes puedan aprehender herramientas para diferenciar qué es violencia y qué no, relaciones de poder y hechos de violencia en sus hogares, entre otros puntos. Creo que también merece un espacio el repensar qué tipo de prácticas estamos ejerciendo, dentro del deporte. El fútbol en sí tiene una impronta, una cultura propia, y que el fútbol sea femenino no tiene distintas reglas, quizás se reproducen reglas que dan lugar a la desigualdad, la violencia, en vez de pensar en escuchar, romper las jerarquías y redireccionar lo que está sucediendo”, aseveró.

Finalmente, se acordó “marcar una agenda”, escuchar demandas y plantear ideas entre todas para que haya un trabajo intensivo entre la comunidad, la Universidad y el Municipio, para avanzar y ver qué se puede implementar, “incluso una capacitación de la Ley Micaela, pero de manera presencial, en un espacio donde puedan socializar, hablar y ser escuchadas”.