Modos de desarrollo en fricción: Continuidades, rupturas y crisis de las actividades económicas extractivas en el territorio de Santa Cruz
El presente proyecto de investigación pretende dar continuidad a la línea de investigación que viene desarrollando el equipo investigador y que se encuentra orientado al análisis de las principales actividades productivas de la zona norte de Santa Cruz y su impacto en el desarrollo local. Se propone profundizar el análisis de las dinámicas productivas relacionadas con las actividades consolidadas - hidrocarburífera, y portuaria y minera metalífera - debido a que estas son las más significativas en la estructura económica y social, como así también indagar sobre las características del tejido empresarial como actor relevante para el desarrollo de la región.
En el marco del debate en torno al desarrollo local, se propone profundizar el análisis de las dinámicas productivas relacionadas con las actividades consolidadas - hidrocarburífera, portuaria y minera metalífera- debido a que estas son las más significativas en la estructura económica y social, como así también indagar sobre las características del tejido empresarial como actor relevante para el desarrollo de la región.
Importantes autores como Manuel Castell sostienen que se está en presencia de la consolidación de un nuevo modelo económico (algunos autores lo denominan Nueva Economía o Economía de la Sociedad del Conocimiento) caracterizado por el uso intensivo de la información y el conocimiento – incluso como factor productivo-, la globalización de la producción y del acceso al capital y la organización flexible en redes. Se trata de un cambio que no solo afecta la economía sino también todas las demás dimensiones sociales. Las organizaciones de la nueva economía se caracterizan por su flexibilidad para organizarse en redes internas y con otras empresas ubicadas en distintas regiones del mundo en torno a nodos. Esta capacidad es tecnológica, basada en las telecomunicaciones, el transporte rápido y los sistemas de información.
Para ello, se considera que varios fueron los conceptos predecesores al desarrollo, los cuales estuvieron asociados a un momento histórico y a una corriente teórica determinada, y se concentraron en unos aspectos del proceso en detrimento de otros, por ejemplo: “riqueza, evolución, progreso, industrialización y crecimiento” Sunkel (1970) sostiene que estos conceptos equivalentes al desarrollo reflejan una corriente de pensamiento determinada y en el mismo sentido, las teorías más contemporáneas se pueden agrupar de acuerdo a las principales tendencias en 1) las que entienden al desarrollo como crecimiento (definen el grado de desarrollo en función de indicadores como ingreso per cápita y tasa de crecimiento y se sostienen en los principales pilares de las teorías keynesianas), 2) las que entienden al subdesarrollo como etapa (definen el grado de desarrollo en función del grado de industrialización y donde un territorio recorre o pasa por distintas etapas o cambio estructural global (estás últimas conforman la corriente de pensamiento latinoamericano denominada “estructuralistas” y ponen foco en el desarrollo como resultante de un conjunto de reformas estructurales en materia de financiamiento y comercio exterior y particularmente sobre el rol del Estado como promotor y planificador). Estas miradas sobre el desarrollo si bien es cierto difieren entre sí pero no son contradictorias sino más bien complementarias, por lo que un esquema analítico debe basarse sobre las nociones de proceso, de estructura y de sistema.
Por lo que, en términos generales se puede plantear que “… el desarrollo de una unidad política y geográfica nacional significa lograr una creciente eficacia en la manipulación creadora de su medio ambiente natural, tecnológico, cultural y social, así como de sus relaciones con otras unidades políticas y geográficas” (Sunkel, O; 1970), donde las políticas de desarrollo se formulen de acuerdo a su viabilidad en concordancia con requisitos técnico-económicos que darán por resultado de una determinada tasa de crecimiento, pero que éste (el desarrollo) no debe medirse solo en términos de indicadores económicos sino también en términos sociales y políticos.